24 may 2006


Tiempo de lluvia y luz. Tiempo de amar.
Días tardíos para interpretar la soledad
antes de brindar por el anonimato.
No hay más, nada más cercano:
un paseo cotidiano hasta la fuente del olvido
y seremos otra vez dueños de la sombra.
Ven conmigo. Estos días te pertenecen,
igual que al corazón pertenece la duda
y la fugaz ocasión de estar vivo. Ven…
Nuestro arte consistiría en arrebatar el fuego
a los hombres que creen saber la verdad.

Son días largos que preceden a la rabia.
Tiempo de olvido y aguijones en el pecho.
Tiempo de todo lo que no has de esperar.
Resulta difícil saber cuando parar…
Pues no hay pausas ni silencios:
música sutil son los días de asueto
y la muerte no olvida su triste potestad.

Es tiempo de amar. Tiempo de lluvia y luz…
Tiempo de caminar entre ángeles sonámbulos
a fin de soñar la verdad.
Ven, se aproxima el momento.
Nos espera la noche con los brazos abiertos
en el centro vacío de un primer despertar.