25 oct 2010

Rebelión y bondad

Para obrar del modo correcto, resulta indispensable que haya para nosotros otras posibilidades aparte de la que el sentido común suele mostrarnos como "adecuada". Solo al sentirnos libres, libres para elegir entre la mezquindad y la luz, podemos recibir algo a cambio de nuestras resoluciones morales, esto es: la satisfacción de haber actuado con rectitud, en lugar de haber antepuesto el beneficio personal a cualquier otra motivación a la hora de resolver un dilema. Quienes consideran que el bien es la única opción posible en todo momento y que, de elegir de diferente manera, estaremos abocados a la condenación, son los mismos que nos obligan a rebelarnos contra esa esclavitud de lo unívoco.

En contra de lo que pensaba Platón, para muchos hombres la idea de la libertad brilla por encima de cualquier concepción redentora de bondad.