23 jun 2009

en tristeza y poesía

Largas son las horas huérfanas
que hacen eco de tu imagen fugitiva.

Y quién detuviera los negros arrabales
para llenar de ti los mismos patios
donde el alma se duele de tristeza y poesía.

Quién llorase por ti, que vuelas en lo oscuro;
quién soñase por ti la palabra impura
del verso extraño que no dice lo que callas.

Tanta distancia sin mirarnos de nuevo.

Largas son las horas en que el aire
se mezcla con la eterna duda de los vientos.
Pero estás en las raíces de este sueño herido,
por debajo de la nada, en el último principio
de la luz y la fortuna. De ti aún me queda
la imagen fugitiva que las lágrimas
convierten por momentos en ternura y poesía.