4 feb 2009

consuelo

Tal vez yo elegí sufrir por ti,
decorar mis noches plenas
con la sombra ajena de un dolor
que no sabe ni recuerda.
Desgarrarme fue la alternativa
que solamente a ti te ofrecí,
la que pesó el deseo al alba,
cuando el amor, ángel insomne,
te rozó el corazón con mi palabra.
Amor, déjame al fin morir en ti
o soñar que muero en sueños.
Como esos mártires sagrados
que saben el sentido de la vida,
déjame al fin hallar consuelo
en las lentas formas de tu cuerpo.

Tal vez yo elegí sufrir por ti.
Y, tal vez, tú merezcas algo más
que este dudoso corazón, calcinado
por las noches rotas en tu ausencia.