15 nov 2006

Un puño enarbola vientos frontales.
Una danza abre el movimiento celeste.
Un río desemboca en la efímera corriente
por cuyo tránsito la balsa permanece.
Una cadena resuena en la honda noche.
Un canto acude a donde nadie.
Una palabra escucha el que no estará mañana
para responder vivamente a los que ama.

¿Qué son los sueños y la nada?

Para el que nada espera y nada teme
soñar es en sí el buen fin por el que sueña.