Has pensado lo suficiente en la muerte
como para ver el cansancio de tu sangre
convertido en sombra.
Negros son los altos horizontes que vigilas,
y es el hecho de pensar en tu mortalidad
cuanto da sentido
a tu forma de vagar por las ciudades.
Ese singular dolor ahuyenta muchas veces
el deseo de volverte hacia ti mismo.
Aun así, contemplas cada día
la común oscuridad del cielo de la noche.
Allí hay pájaros y fuerzas sensitivas
que podrían recordar quién eres.
como para ver el cansancio de tu sangre
convertido en sombra.
Negros son los altos horizontes que vigilas,
y es el hecho de pensar en tu mortalidad
cuanto da sentido
a tu forma de vagar por las ciudades.
Ese singular dolor ahuyenta muchas veces
el deseo de volverte hacia ti mismo.
Aun así, contemplas cada día
la común oscuridad del cielo de la noche.
Allí hay pájaros y fuerzas sensitivas
que podrían recordar quién eres.