
Estaremos solos ante el eterno suceso,
cuando la visión estalle
en un clásico terror hacia lo desconocido.
Solos ante los comienzos,
ante el pavoroso fuego,
ante la perpetua muerte del progenitor.
en un clásico terror hacia lo desconocido.
Solos ante los comienzos,
ante el pavoroso fuego,
ante la perpetua muerte del progenitor.
Solos,
insensiblemente solos ante los verdugos,
ante la noción del Tiempo,
ante el poema que podría perdurar.
Esconderemos luego, tras arrepentirnos,
los sentidos restos.
Quedarán las ruinas
de alguien que soñaba con cerrar las puertas
ante la terrible soledad de los infiernos.
ante la terrible soledad de los infiernos.