13 sept 2009

Pequeños mundos

Es mi mundo un lugar pequeño,
un rincón sin nombre,
ínfimo sueño de verdades y luchas,
hogar oculto de espejismos y duelos.

Y acaso sólo yo quepa en mi mundo.

Yo y la difusa noción que tengo
de un orbe mucho más grande que el mío.

Mundo único,
este que apenas mantiene con vida
a millones de seres dificilmente unidos,
extrañamente idénticos, sombras en la sombra
que quisieran habitar su propio mundo
para no formar parte de esa deuda terrible
que todos mantenemos con la felicidad futura.

Y a veces yo también siento girar
un loco dolor subterráneo, una herida
en el interior convulso del orden:
es el sistema devorando a sus hijos,
reflejo común del dolor de todos,
del mal de cada uno.

Dolor frío de sangre insensible,
que parece ocupar por completo
esa febril abstracción
que ya sólo podemos llamar
realidad absoluta o infierno.