1 sept 2009

Oración triste

Ruega, mujer, por este charlatán furioso,
por ese cobarde tan valiente
que hay en mí y en cada uno de nosotros.
Ruégale a ese dios decepcionado
que sueña con parecer un justo cataclismo,
dios o sombra, bestia o arcángel.

Rézale al amor o a la luz definitiva.
Inventa una pequeña oración
para el que yo nunca podré complacer
porque en mi interior no existe.

Porque es verdad que hay noches
en las que al olvidar el mundo muero,
el silencio del mundo me acorrala
bajo absurdas sombras de impotencia.

Porque hay muertes que son sueño,
ruégale a ese dios que has comprendido,
pídele un quizás, un porqué
o cualquier signo feliz de un todavía…

Que aunque tú tampoco creas ya en él,
aunque dios sea tan sólo
la inocencia idealizada de la culpa,
sé que la niña que hay en ti quiere creer
que yo aún puedo despertar
en mitad de una vida no vivida,
a una vida por vivir de nuevo todavía.