18 jun 2008

Para escribir unos versos comprensibles,
unos versos que exalten tu desprecio
por la belleza amarga que Rimbaud
sentó un día, hace tiempo, en sus rodillas,
para escribir esos versos consecuentes
que igualasen la tristeza de lo maldito,
deberás perderte para siempre en ti mismo.
Alejarte de las huellas que definen los jardines,
provocarte la herida que la duda
forma en los ojos de tu enemigo.

Huirás de los graves ídolos de la infancia,
llorarás en vano por la vida que mereces.
Llorarás hasta olvidar tu rostro
y la sonrisa que también diste a quien te quiso.
Y todo para escribir unos versos comprensibles
que alguien sin ser tú leerá algún día,
que alguien leerá para perderse
siguiendo los signos que trazaste en tu camino

Recuerda, poeta, que tú fuiste ese alguien,
recuerda que la vida que queda en cada verso
es la misma que le falta a quien te escucha.