17 may 2006


EL FIN

¿Qué era? El éxodo como imposición del tiempo…
La sombra poética de lo que por un rato fuera
verdad a medias, cortesía cierta…
¿Perdura acaso la mano abierta? El sueño,
la imposición del sueño y el jardín celeste
¿qué era? ¿Era nuestro?
El amor, la fábula, el regreso a la casa oscura:
la imposición vehemente de olvidar que hubo heridas
cerrándonos el vuelo. El sueño, la imposición del peso…
¿Qué era todo aquello?

No viví jamás nada de esto, yo no estuve dentro,
no ardí con la memoria que perfecciona tus gestos,
no bebí de la copa febril, casi llena,
que brindaría el futuro al hombre despierto.
No escribí cercano a los caminos del deseo,
no exploré el valle en sombras de la muerte.
Yo no estuve nunca al borde de la noche
contemplando los eclipses yertos de tus ojos.

Jamás medí al que habita mis versos,
pues jamás estuve dentro…
Pero también recuerdo… ¿Qué era?
La primavera en fuga que recomienza lejos.
El mar, el mar indemne de todos mis sueños
vibrando en silencio en el silencio. Eso era:
dejarse abandonar por el trágico viento
a la espera de un telón que nos lleve hacia dentro.