14 jun 2010

Este plazo

Me esperan dos semanas más
de tedio almibarado, de orgullo,
de intranquilos paseos al sol,
por no hablar abiertamente
de la verdad depuesta en las aceras.
El desamor son solo dos semanas
luchando contra el tono de las puertas,
huyendo por pasillos y ventanas
que no han de culminar donde empezaron.
Tan solo dos semanas…
Catorce días más pidiéndole al olvido
que interceda lentamente entre nosotros
(espero venga pronto a reclamar su parte
en esta historia inenarrable
de fútiles idiotas y princesas).
Me sabe a hiel no darle acaso un mes,
una estación, diez años:
solo trescientas treinta y seis horas
de dulce podredumbre rutinaria
repleta de mala poesía adolescente.