16 may 2009

no saber

¿Cómo sabemos que sabemos?,
me pregunta el soñador que se guarece
de las consecuencias mismas
del dolor ajeno. (En la superficie del alma,
nada más que esto, y esto es nada.)
Pero cómo lo sabremos… Creer no basta.
Y las palabras se detienen en un rictus
que recuerda un oleaje eterno. Palabras.
Alguien dice que si nada sé,
todo es sueño. Y el dolor retorna.
Nada sé… Pero creo que la soledad
es la forma más certera
de no sufrir más por lo que he sido,
aunque nunca sepa si era yo
el niño que hace tiempo comprendió soñando
que al dudar aprendería por si mismo.