4 mar 2009

los verdaderos actores

Nunca busques la ciega compañía
de los que quieren parecer mejores.
A su lado tan sólo encontrarás
la fría convicción de que,
pese a tu acérrima voluntad,
no eres más que un mal actor
en una función que ha de terminar mal.
Rodéate, si tienes oportunidad,
de quienes no encuentren sentido
a medirse una y otra vez contigo
por el vicio gris de aparentar.
Se uno más en el teatro de la vida,
pues un lugar cualquiera en su parnaso
te exigiría sacrificar más de lo que tienes.
Y, aunque la igualdad fuera esa farsa
que favoreciera sólo a los mediocres,
obstínate en ser siempre quien ya eres.
Puede que a los demás te parezcas
siendo en realidad tú mismo, porque algo de ti
se reflejará en lo que aún ignoras de ellos.

Que sólo creen parecer mejores
los actores más seguros de su suerte.
Los mismos que olvidan que la vida
es siempre un papel casual
impuesto por el destino.