30 mar 2009

indiferencia

Aunque en las sucias calles
de mi triste ciudad natal
siempre se perciba
la misma indiferencia ciega,
el dolor es el único deber moral
que siglos de injusticia nos recuerdan.
Avergüéncense
los que no saben sufrir por nada,
los que eludieron sin más la poesía,
los perfectos, los felices, los amados.
Porque quien sufre sabe
que en el mundo hay todavía
un dolor infinito,
latente en el interior de cada uno.