19 oct 2008

En tus ojos me aguarda la vida verdadera.
Pero en el corazón de la noche
siempre será tarde,
y arderá todavía la bandera negra
que izamos desde un tiempo irrepetible.
Porque la vida que me aguarda,
la vida inevitable de tus ojos,
merodea entre mis recuerdos.
E, igual que un ave temerosa,
se posa en mi esperanza,
y llora su momento por nosotros.

Pero la vida que demoro
me aguarda también sobre tu pecho,
descubriendo tus manos,
tras del brillo de tus gestos.

Y en el corazón de la noche
se quema lentamente
por el bien de nuestro sueño
la patria de este sentimiento.