29 sept 2008

Mejor dejar atrás
este absurdo soliloquio en negro
que abriría más tumbas entre nosotros,
mejor comprar flores de domingo,
en lugar de cadenas para el olvido;
prefiero leer libros que me desnuden,
antes que recordarte que la poesía,
pese al amor y a las nubes,
está cargada de silencios sin lluvia.

Porque mañana
la única solución posible
será estrecharte otra vez entre mis brazos,
estrecharte siempre,
hasta que tu sombra me deshaga el alma
en blandos pensamientos de ternura.

Porque es tiempo de pedir más, amor.
Es tiempo de acercarse al horizonte
con una mano vacía de temores,
y otra llena de terribles distancias.

Tiempo de tornar el tiempo en nada,
de escribir la vida con más vida,
de insistir con palabras que resuenen
en lo más profundo de cualquier drama.