24 nov 2019

El regreso a casa



No soy católico.

En este país, la iglesia tiene
un extraño pacto con el demonio.

Aquí los muertos huelen a codicia.

Y los vivos, los secretamente vivos,
no sabemos existir por nosotros mismos.

Pero anoche,
al despedirme de un amigo muy ingenuo,
imaginé como sus pasos
se adentraban a solas en las sombras.

Se me hizo así
terriblemente necesaria
la inexplicable existencia de los ángeles.

Imagen: acrílico sobre papel a2