Esta ciudad ha cultivado
a conciencia
un encanto insano y mediocre.
En sus bares y en sus plazas
solo se puede hablar sin decir nada.
Algunos hemos visto y sentido cosas
extrañas, perturbaciones que van más allá,
mucho más allá de todo esto.
Así es: la música, la poesía, el arte
pueden corroer con ansia
ciudades como esta.
Imagen: acrílico sobre papel a3