4 nov 2018

Constancia del equívoco




Escribe. Para no aceptarlo nunca.
Para no naturalizarlo.
Para que siga doliendo siempre,
escribe, escribe, sigue escribiendo siempre.

Siempre habrá quien te lea
para saber qué sucede
o en qué se habrá convertido.

Escribe, y déjalo cuando entiendas
que aquello por lo que escribías
entraba tan dentro de lo posible,
que al escribir tan solo quebrantabas
tus propias leyes frente al olvido.


Imagen: "Indiferencia", acrílico sobre papel a2