31 jul 2018

Vivir después de la vida



Reabrir heridas,
prender con llanto la ceniza. 

Ejercicio de una violencia purísima,
el de incendiar la niebla ya madura,
el de incendiar y derramar los vasos ya vacíos
sobre el espejo donde envejecimos.

Prender con sombras la ceniza.
Hacer arder lo ennegrecido.

Ese fuego de regreso puede ser la vida.




Imagen: la manzana, acrílico, din a2