5 oct 2017

Apunte en la terraza de la cafetería





¿Qué cosa queda
a los que hemos sido desgraciados,
sino sentarnos aquí los días de sol,
y ver pasar el inagotable desfile,
la multitud sin héroes,
la realidad común e indescifrable
de idéntica extrañeza cotidiana?

Hay luz y hay brisa
abriendo entresijos en la tarde.

La desgracia fue, y volverá
más insegura si hacemos de este juego
una tranquila costumbre.

Hay sol y brisa y gente que va y viene
huyendo y regresando hacia otra parte.

La calle casi es lo que parece,

vocación de un tránsito
que se renueva diariamente en la capacidad
de ignorar su propia permanencia.