11 may 2017

Soberbia y soledad



Olvidé mirar con aprobación.
Rechaza el ideal, niega el vuelo
del ave que persigues. Eso me dije.
Critica vorazmente lo sagrado.
Tiene el arte una deuda conmigo,
con todos nosotros. Hay que retorcerlo,
me dije, para que escupa la verdad,
el signo que no debe entenderse.
Hay que llenarlo de ruidos,
de pasos embarrados,
de acciones intangibles. Que hable.
Que grite nuestros nombres últimos.
Que rompa a llorar en la habitación sombría.
El arte nos debe nuestra propia existencia,
nos debe el frío de los ojos
que aplazan para nunca lo que han visto.
Hay que hacerlo hablar, enseñarle
quien manda, maldita sombra
de una sombra más torpe que la admiración
de quienes carecen de talento.



Imagen: "¿futuro?" Tinta de dibujo, din a2