7 jun 2016

Cinco lagunas



Cada acción sobresaliente trae consigo una porción de vanidad. Esa es la miseria de destacar, por eso ninguna recompensa es merecida.





Un artista sabe que no es nadie cada vez que repara en la certeza absoluta que dictamina que "todo es cuestión de gustos"





Despreciarse a uno mismo de cara a la galería suele ser una fantástica manera de mierda de hacerse el interesante.





Cuando no puedes ser lo que eres, empiezas a no ser lo que pareces. El laberinto sabe entonces que no existimos realmente.





¿Y qué es la expectativa, sino estar predispuesto a que algo te defraude?




Imagen: "Salón" Acrílico sobre lienzo, din a2