30 ene 2016

Prematuro

Finalmente, ¿qué es la poesía? Un exceso de experiencia, pienso. Un continuo desarreglo entre los procesos naturales adecuados a una determinada edad y los excesos vivenciales de quien no ha querido o no ha sabido respetar la naturalidad de esos mismos procesos.

Decía Gibran que había un juez en su corazón, una entidad moral que no necesitaba de reflexión ni de explicación para inducir en él el peso de la culpa o el hálito de la redención. ¿Cuántas veces supimos de antemano que alguna acción no estaba "del todo bien", y aún así la llevamos a cabo? ¿Durante cuántos días, meses y años prometimos a nuestras almas un plazo de reposo? ¿Durante cuánto tiempo se lo negamos?

Usan los poetas japoneses (así lo señala Cortázar en su Rayuela) el término kabutz para referir el trance espiritual en que padecer como adultos "nostalgia de una vida más pura". También Reynaldo Arenas define la poesía en uno de sus textos como "la perversa disciplina".

Creo que eso es finalmente la literatura. No poder más. Abocarse velozmente a las sombras para encontrar más luz.
Abocarse, sí. Pero las sombras nos alcanzarán, siempre nos alcanzan. Un poeta de talento debería manejar eso sin mayor dramatización, con el menor patetismo posible. Sobreponerse. Eso es todo. En esa convalecencia necesaria surgirá la poesía, y pobre del que pretenda convertirse en poeta forzando deliberadamente su propia caída.

29 ene 2016

Ojo en la niebla





Para que un cuadro sea más que un cuadro, enciende una lámpara amarillenta, respira y aguarda hasta la madrugada. Deja que bailen las sombras del hogar, respira y escucha callar a la ciudad muerta.

Un cuadro es más que un cuadro antes del sueño, lo pintado cobra vida en su último momento.

Es entonces cuando grita y canta, cuando habla la belleza del suicida inexperto. Cuando un cuadro es más que un cuadro, más que un simple movimiento, nosotros solo somos su íntimo reflejo.

23 ene 2016

Decir lo debido

Como ese párvulo miedo
a no saber qué decir,
así el idiota que asoma su desnudo
ante la verborrea de quien habla
de lo que fue y será, seguro
de no haber dicho suficiente.

Así el idiota explica su silencio,
desviándose hacia el centro,
corrompiéndose.

Eso era el poema.
Eso, lo que ardía dentro,
inexplicable,
oscuro,
trascendente.

Pero nada dijimos realmente.

No era la ocasión perfecta,
nuestro interlocutor hablaba
solamente de sí mismo,
de su hastío,
de los corredores intranquilos
por donde huye la suerte.

Tras pronunciar nuestro asombro,
él, nuestro interlocutor,
calla por nosotros,
deja nuestra voz
a solas con el verbo.

Así volvemos al poema,
tras verter nuestro silencio
en otro silencio

más impasible que el nuestro.

17 ene 2016

Caras conocidas






Sólo sé que diariamente bajo a la cafetería de mi calle a coger aire y que diariamente veo rostros oscurecidos por la desesperación, la angustia y el fracaso. ¿Por qué, pregunto, no logro ver en ellos la nobleza de los héroes trágicos? ¿Por qué sólo puedo observar en esa supuesta minoría un aciago grupo de ciudadanos de segunda?

Dignificar el dolor. Creo que en eso deberíamos obstinarnos más a menudo los artistas de esta tierra en este siglo. En dignificarlo. No a la manera conservadora. No con el luto indefinido. No con la vergonzante ocultación de nuestras heridas.

Más bien a través de la búsqueda de una conexión profunda que reniege de toda superficialidad y de todo argumento efectista de salón.

A través, quizás, de una espiritualidad en el arte que no persiga la castración de ese mismo espíritu.




Imagen: Pensares
Lápices de color, din a3

8 ene 2016

¿Cuántos más hallaste?
¿Cuántos que tanto amaran
como yo te amaba?
Todo llega, dicen confiados,
aunque se haga tarde,
aunque todo pase
como fuego entre las aguas.

Llega luego la borrasca,
la amenaza irrealizable,
las manos decididas a cerrarse:
llega un día el desengaño.

Horror entonces.
Violencia en las entrañas.

¿Entiendes, dicho esto,
la esperanza gris que ofrezco?

Queda sólo afirmar
el desengaño,
sus respuestas solemnes;
afirmar que el desengaño
será justo y necesario.

Munchiana



Pastel seco, din a3

2 ene 2016

A favor del viento

Aceptar que la desgracia es pasajera,
vuelve pasajera la alegría.
¿Qué preservas del comienzo?
Todo se deshace,
todo lo regala y lo arrebata la marea.

Tuyo es el naufragio,
no malgastes tu regreso.

Espontaneidad

La actitud es lo que haces cuando no te das cuenta de lo que estás haciendo.

***

La pintura, o al menos cierto tipo de pintura, debería enseñarnos a mirar sin prejuicios.

***

El problema, el oscuro problema a la hora de profundizar en la creación mediante la canalización de sentimientos o vivencias dramáticas, pasa por el hecho de que apenas unos minutos o unos días después de una desgracia, ese mismo hecho terrible pierde toda importancia ante la posibilidad de crear algo que asevere con intensidad la piedad en nuestras heridas.

Algo que no sabemos ya si será realmente sincero o perversamente premeditado.