29 jul 2015

Nota de diario

Un estado de melancolía y sosiego, de aceptada tristeza. Desde esa perspectiva anímica, la mayoría de mis imágenes cobra verdadera fortaleza poética. Soy uno de los pintores de la tristeza. Irónicamente, de un tiempo a esta parte, rara vez estoy triste, o rara vez acepto estarlo. No me queda claro. Creo, no obstante, que muchas de mis luchas internas consisten en un combate emocional de dimensiones épicas contra los ardientes rescoldos de la melancolía, fruto esto, probablemente, de la cicatriz que dejara la última depresión que padecí.



26 jul 2015

Anzuelos

Pero el halago nos fuerza a ser complacientes, a decir sí a todo. A todo. ¿Cómo vamos a poner mala cara a quien reconoce tan abiertamente nuestra inefable labor en el mundo? Los halagadores no hacen sino decir sí, sí y sí. Sí a todo. Y nuestro deber es responder siempre de igual manera. Sí, sí y sí. Sí a todo.

Circense





Algo que siempre me hizo gracia... Los grandes alegatos contra el egoísmo siempre los pronuncian grandes egoístas ante otros grandes egoístas. Sólo los grandes generosos susurran hacia dentro el mantra irrealizable: "tengo que ser más egoísta, tengo que ser más egoísta, tengo que ser..."

Técnica mixta, din a4

24 jul 2015

20 jul 2015

Antigeneracional



 

Lo sé. Discúlpame.
Terminé de criarme en los noventa,
una rara década, la década
trémula y siniestra
del lobo y de la máquina violenta.

Considerábamos entonces
profundamente interesantes
la estupidez, la crueldad,
la ineptitud corriente
del estudiante corrompido
por el buen ejemplo del sistema.

Discúlpame por ello
una y mil veces, así lo ruego.

Mi cerebro se gestó
en la extrañeza
de un descomunal dilema,
el de la integridad y la supervivencia
en el implacable cosmos de la suerte.

15 jul 2015

Lejos del centro

Nos dejábamos llevar.

Si aprendiéramos de nuevo
a decir simplemente la verdad...

El amor transcurría
justamente ahí,
lejos de la vanidad poética.

6 jul 2015

Veladura

Observo el espejo. Mirada intensa y oscura, ojos que pueden decir algo. Desconfío. ¿Y si no son mis ojos lo que veo? ¿Y si sólo observo mi forma de mirarme en ellos?