26 abr 2015

Consecuencias

Me lo propuse.
Medité con calma. 
¡Cuánta bondad siempre en mente!
Continuaré en la brecha,
concluí extasiado.

Fui paciente entre los mezquinos,
lacónico entre los borrachos,
virgen entre los perdidos,
amable entre los desmoralizadores
desmoralizados.

¡Todos me lo agradecieron!
¡Juro por lo más sagrado
que fui el ángel de las gracias!

Un día volví a casa. 
Abrí el sótano,
de una vez cansado.

La noche casi siempre gana...


En lo más hondo,
el arsenal atómico aguardando.