12 nov 2014

De tarde en tarde

Revolver el café no es revolver el café. Es más bien un estado del alma, otra forma más propia del pensar más atento.

Catarsis de la soledad con lo venidero, astuta reacción ante la indiferencia del universo, revolver el café es el modo más fiable de reencontrar vacío el presente; de llenarlo con el luminoso poso de nostalgia que borrarán aquellos espectros de nuestros días de asueto.