2 jun 2014

Afortunado

No fue el viento en los establos, ni la herida del guerrero complacido. A bien tuve los nombres de mi causa. Fui joven, fuerte, puro.

Tan solo estaba lejos. Y algo se rompía.

Cuerpo, ruido, espacio: seguid girando. No fue el viento en los establos, ni el redoble de la noche en lo aprendido.

A todas las preguntas respondí extrañado de estar vivo.