29 jun 2014

Del alcohol a la pintura

(I)

El alcohol potencia los dogmas de la sangre. En otras palabras: nos vuelve tercos, reactivos, pedantes. Cualidades todas sobradamente necesarias para un revolucionario o un guerrero, pero poco recomendables para el constante ejercicio de la pintura.

El pintor que busque en la bebida una vía para sus metas, deberá contentarse con concebir esta como acción inmediata; quedando, pues, fuera de su alcance la posibilidad de detener el tiempo a través de la contemplación sucesiva del instante.

(II)

No es que beber sea propio de gente sin personalidad. El alcohol mismo se encarga de disiparlo todo, incluso la personalidad misma. En relación al talento artístico, el alcohol facilita muchísimo los ejercicios de mímesis, pero castra cuidadosamente cualquier expresión genuina de la verdadera personalidad del artista.

Nada nuevo. El pintor dado a la bebida, suele ser un conglomerado de influencias reunidas con más o menos acierto. El pintor que se mantenga sobrio, será un artista único o no será.

El alcohol, dicho queda, facilita la impregnación, necesario punto de arranque en cualquier disciplina artística.

Pero destruye a la larga todo lo demás.

(III)

Por la vía de la bebida también se abrirán claros para el pintor poblados de infinitos matices sensibles. "Cuanto mayor es el tormento, mayor es la sensibilidad", decía Da Vinci. Esas delicadísimas armonías son la flor en el estercolero: el resultado mismo de la resistencia natural a la disipación. En ese espacio la voz pictórica podría alzarse con exquisita sutileza.

Nada más poético que un artista negándose empecinadamente a ser engullido por la masa mientras se encamina hacia la misma a toda velocidad.

28 jun 2014

Antes del poema

Ligera, la mañana. 
Los pájaros predicen la canción. 
El amor, domesticado, 
sonríe su vacío, 
consciente bajo el sol.

La noche más profunda
se disipó contigo,
ardió su viejo reino,
hermética frontera del valor.

26 jun 2014

Poroso


¿Y qué consuelo nos queda, sino pensar que todo ha sido una especie de tristísima novela? 

Sin felicidad, no hay virtud.

15 jun 2014

Un principio para la literatura

Si no pudiste hacer lo que querías o tenías que hacer, di al menos lo que querías o tenías que decir.

Sobre el aislamiento

Rechazar toda coherencia moral conduce por lo general a quedar encerrado en uno mismo. Del incoherente, nadie entiende qué es en realidad, qué defiende o qué reclama cuando se queja. Esto, que puede parecer una acusación bien acotada, es casi otra etapa del común bagaje del individuo occidental del presente siglo; pues el propio sistema en que vivimos, insta muchas veces a diversificar nuestra personalidad al punto de convertirnos en individuos de tal índole absurda.

A partir de ahí la existencia suele convertirse en un festejo grotesco. Peligroso será tomar tal o cual resolución con la determinación del que busca regresar a la unidad real de sí mismo. Ni la confrontación ni el amor serán entonces medicina suficiente. Solo la soledad elegida.


12 jun 2014

El pudor y la experiencia (reescripción)

El dolor nos muestra tal cual somos.
Y hay en su inercia inevitable
un pulso de luz remota,
un espejismo incrédulo
de oscuras decepciones
que niegan su aciaga máscara secreta.

¿No es necesario sufrir ciertas verdades?
Aceptar ese deber hace del alma
la imprecisa convicción desnuda
que una aurora eterna sostiene sobre el mundo.

Es el llanto la obligación sagrada
del que parte cada noche hacia el poema,
del que busca su destino en la palabra.
Es la herida la calle solitaria
por la que ayer debimos errar juntos.
Así nos hemos vuelto únicos y extraños,
imprescindibles como fatídicos hermanos
que hoy también se reconocen
tras perder discretamente otra batalla.

Y si mirarnos en los lejanos ojos de lo amado
hace que seamos un poco más hermosos,
es porque el dolor, ese silencio,
nos muestra mientras tanto tal cual somos.

Lo demás, sin embargo,
ha de ser incierto
como la inocencia febril
de un soñador enajenado.

De alguien que aún creyera
que al sentir de nuevo el mismo daño
podría ser mintiendo cualquier otro.

(6 / 2009)


6 jun 2014

"En pago"

La poesía es pobre,
muy muy pobre.
Nada que ver con el oro místico
de los bienaventurados.

Leo, sin embargo, 

una vez y otra
el poema que nos vendará los ojos. 

Compartir a tientas el dolor,
ya es lo único importante.

2 jun 2014

Afortunado

No fue el viento en los establos, ni la herida del guerrero complacido. A bien tuve los nombres de mi causa. Fui joven, fuerte, puro.

Tan solo estaba lejos. Y algo se rompía.

Cuerpo, ruido, espacio: seguid girando. No fue el viento en los establos, ni el redoble de la noche en lo aprendido.

A todas las preguntas respondí extrañado de estar vivo.