¿Me
quieres conocer como artista? Muy bien. Primera y única norma: me da igual lo que te pase. ¿Por qué? Fácil. Si vas a estar
pendiente solo de mi talento; tanto mi realidad, como mis sentimientos o
mi problemática como persona, te parecerán contratiempos dignos de un melodrama barato.
Juguemos pues en igualdad de condiciones.
Juguemos pues en igualdad de condiciones.