15 feb 2014

Lluvia, viento, electricidad

La gracia de hacer las cosas bien es que al fin te dejan tranquilo. Puedes ser tú mismo: lo social y sus intensidades pasan a un cuarto o quinto plano. Solo tienes que encontrar una constancia, un empeño en soledad que te lleve a sentirte realizado.

Cuando uno hace lo que tiene que hacer, la imbecilidad de según qué gente se vuelve un problema exclusivamente suyo.



***


Donde dice: "artista reprimido", léase: "artista torturado". Y entiéndase por esto la influencia del sadismo en su existencia.