6 jun 2013

Sobre la lealtad

¿Pero cuál es el camino? ¿Considerar la traición una tesitura que incumbe solo a ciertos heroes literarios? ¿Actuar como si dicha traición fuera en sí misma algo inverosímil? ¿O mantener un estricto margen de respeto hacia quienes sabemos que en determinadas circunstancias pueden sentir socavado lo más íntimo de su confianza?



Solo imagina que algo, la vida o una simple circunstancia, te hubiera abocado a perder terreno, a traicionarte constantemente a ti mismo para tener la fiesta en paz con tus semejantes. Imagínalo por un momento, y ahora respóndeme una cosa: ¿no crees que tarde o temprano, cuando en tu interior ya nada hubiera en pie, habrías vuelto la vista hacia los que te rodeaban, hacia cada una de tus extrañas compañías, y con desgarradora saña los hubieras acusado de haberte traicionado una y otra vez desde el principio?