2 jun 2013

Crisálida

Una conversación lanzada al aire, sobre el arrepentimiento, la piedad y la culpa. Un rostro deformado, el resto de la angustia alimentada cruelmente. Cualquier bandera blanca anunciando la victoria de la muerte.

Después, el mundo restallando dentro y fuera. Y en vosotros y en la entraña que devora toda inercia decadente.
Estoy en otro espejo. Abandono. Tan solo regresemos cualquier día a la verdad serena: la que dictas desde lejos débilmente, apiadándote de mí frente a los otros.