27 ene 2013

En casa

Por evitar el mal, te envileciste.

¿Y qué esperabas?
¿Acaso no intuías que un artista
jamás acata eternamente
el delicado consejo de su sombra?

Sí, pudiste ser más práctico.

Hiciste el sacrificio
creyendo que tu suerte
apenas importaba.

¿Y es solo sentimiento, preguntas,
tan solo sentimiento
lo que aún puede guiaros?

De ser así -respondes ya consciente-
el error será siempre inevitable.