1 dic 2012

Conjetura sobre los amores cobardes

No es indispensable ser valiente para amar. De hecho, nadie lo es hasta que experimenta el Sentimiento mismo, el cual disuelve pensamiento y acto en una cosa sola, creando una espléndida armonía entre lo interior y lo exterior. No hay que ser valiente. El amor doblegará el miedo tarde o temprano.  

Tanto es así, que los amantes obtienen un placer infinito cada vez que dicha determinación es puesta a prueba.