29 mar 2012

Fácil



Mi vida solo ha sido un violentísimo ascenso
desde la más absoluta miseria moral hasta la normalidad”

No es la enfermedad. Es la intuición de que casi todo el mundo prefiere el camino fácil. Que me parta un rayo ahora mismo si no he pasado más de la mitad de mi vida en soledad por rechazar toda simpleza que huela a rendición. Pues bien, aunque más de uno piense que tendría que sentirme orgulloso, la verdad es que no hay día en que no piense lo maravilloso que sería dar marcha atrás, y aprender desde el principio a valorar las cosas por lo que son, no por el falaz consuelo de lo que “cuesta conseguirlas”.