8 ene 2012

Mass-Media


Lee mis silencios, convéncete
de que también fui el personaje:
en mí la ficción sanguínea
que ignoraba la altura
de cualquier sombra en la tarde.

Pude haber sido por ello
un temperamento artístico
o un demente cualquiera.

Sin embargo, me guían los mismos
que a conciencia desprecian
la brutal invención de los medios.