31 ene 2012

Luz sobre la cima



En la cima más blanca del infierno, contra sí misma lucha la demencia. Convéncete: la caída siempre será anónima. El ascenso, fortuito. Allí un actor desconocido, con tal de no ser percibido, insulta al genio debilucho en aras de la normalidad del resto.

Dime, ¿en verdad creíste que el nuestro era otro culto colorido?

¡Nuestra fe requiere de la Fe del mártir! Por tanto ven, y rézale a la luna. Aún arden por tu mano los tambores. Y tu alma es ese objeto que ya nadie necesita.