14 ene 2012

Lenta inquietud

Como esa plenitud que no me atrevo a edificar, también el daño que sostengo si cruza este espejismo la distancia. Pues sé que no vendrás hasta muy tarde. Amor, espera solo que mantenga en pie tu parte de esperanza. Deshazte de los pájaros que anidan las cornisas, evoca el mágico extravío, e ignora luego la promesa que agravan mis palabras. Prescinde del calor que guardan las tabernas, también del lento insomnio que ronda la excepción de cada plaza. Que solo quede en pie un acto incuestionable de piedad. Que sea esta oración arena blanquecina, y tu silencio el mismo viento que orea el interior de nuestra casa.