14 ene 2012

Dos aforismos

En verdad es muy delgada la línea que separa el arte y la locura. Digamos simplemente que el artista es capaz de dejar entrever una intención en todo lo que hace. El loco, por su parte, cree ver una intención, cualquiera que esta sea, en todo lo que hacen los demás.
 ***
Tan ridículo como comprender que la sucesión de errores siempre es infinita, y que a tu alrededor siempre habrá quien te anime a equivocarte.