13 nov 2011

Sobre poses depresivas

Toda estética de la conducta tiene un mismo punto débil: cuanto más nos obstinamos en dotar de credibilidad nuestra representación de la escena cotidiana, más real nos parecerá lo exterior frente a lo interior. Así, al interpretar siempre a la perfección al artista sensible o a la provocadora mujer de mundo, corremos el riesgo de que toda iniciativa espontánea de expresión vital, quede aletargada en el difuso plano de las celebraciones “impropias de nuestra categoría”.

Esto no quita para que cierto grado de contención, resulte absolutamente necesario en no pocas situaciones del día a día.