28 nov 2011

Antídoto



 
Más seguro se abre el nuevo amor para los que aceptan que aún nada saben, que para todos los que creen haber reconocido la verdad en la asunción de la derrota...


Del amor solo sé
que saldría a pasear descalzo
si lloviera arroz en Atacama.

Pero eso y nada es lo mismo.

Mejor dejarlo al capricho
de la divina providencia,
la que divide los mares
ensanchando la tierra;
que corra ahora la inocencia
por el rojo suponer de nuestras venas.