9 sept 2011

Talión

Sucede a veces que la noche alarga demasiado sus silencios, que la música se vuelve irremediable para el que no comprende, que los años pasan como rayos de luz bajo la puerta... Nos hacemos viejos sin excusas que salven de la quema nuestra ciega estupidez de niños que preguntan. Sucede tantas veces, que al final resulta lícito golpear sin miedo los cimientos del sentido común. Cualquier cosa con tal de que alguien, un alma noble y caritativa, nos devuelva el golpe amplificándolo, derribando así al fantasma que burla desde dentro nuestra verdadera forma.