23 jun 2011

Transigir (o no)

1. Cuanto más nos superan las circunstancias, más infelices somos, y menos control parecemos tener sobre nuestras propias vidas. Irónicamente, hay quien opta por el suicidio como único método para demostrarse a sí mismo que aún puede ser feliz, que ya posee un poder absoluto sobre su propia existencia.

2. La mera relación sexual entre dos personas, contiene, siempre y de por sí, el signo implícito del dominio: siempre y de por sí está presente la erótica del poder en nuestros actos. Para que lo sexual trascienda más allá, tiene que haber un acercamiento en el que se equilibren esos poderes de parte y parte. A ese impulso de conciliación, solo puede llamársele por su verdadero nombre: amor; duradero, sensual o lascivo. Pero siempre e inexplicablemente, amor. Siempre.