5 jun 2011

Manía

Ya ves, he vuelto a caminar sin tino

de un lugar a otro, sí: descalzo

por el frío tablero de esta habitación.


Parece que es solo lo de siempre.

(En jaque hablaron las paredes,

temblaron las ventanas, la razón, los míos...)


No sé si es preferible el tedio:

yo quiero combatir la realidad,

pretendo todavía ser más niño.


Así calculo mis fronteras,

revelo mi pasión por el silencio,

y, sobre todo, la noche me contempla

preñada de secretos,

tentando la importancia inaprensible

de un tiempo derrochado

diciendo para nadie lo sabido.