1 may 2011

Fiebre del sábado noche

Ten cuidado, hijo mío, con los perversores de la juventud. Son más rápidos que tú, y solo quieren sacarte el dinero.



Eres un poema cuya idea es el yo. La forma de esta obra es tu corazón. Cuando ambas cosas sean una, no lo dudes, habrás alcanzado la perfección.


Una vez dije que el talento del artista consistía en acotar el infinito de la probabilidad en una sola representación. Pues bien, me equivoqué. Ahora estoy seguro de que todo el talento de un artista debe consistir en conciliar sus contradicciones en una sola representación. Solo desde ahí puede observarse bien la realidad del espíritu.