18 abr 2011

Presentimiento

Hombre o ángel, desnudo en la proximidad de la esperanza. Ángel, charlatán, telépata de luces o de nieblas. En el límite de la materia, la difusa danza. ¿Y dónde tú? ¿Dónde, quién? Aún contemplas a este soñador, llamándole a creer en tu presencia. Y más allá los pájaros, buscándonos, buscándote, sentenciando la inocencia jubilosa de los aires. Ven, la luz apremia en todas partes. Y la noche se reduce al peso de la espera. Acércate... ¿No ves que el tiempo nos reúne en el espejo, en los parques y en el piano que, de tanto jugar a conmovernos, sin querer, se eleva? Ya los siglos susurran nuestros nombres. Ya la tarde podría terminarse. Y más allá, los pájaros, testigos impensables.

Tan solo de este lado, el aire. El aire que se expande fácilmente hacia el mañana.