5 abr 2011

Descartado

De acuerdo... Ya está todo dicho, pero necesito la revancha. Repartamos lentamente. Yo que tú, no me fiaría mucho de lo que dicen mis poemas. Mis versos tienden al exceso, estoy bajo el influjo del romanticismo suicida, y aún conservo un tres de corazones mordido por las puntas. Además, ten en cuenta que deliro cada día, de la mañana a la noche, y que escojo a mis amigos por lo bien que mienten. Veamos... ¿tú qué tienes? La calle nos espera, y de risa están temblando todos los faroles.

Pero sonríe, sé perfectamente que estás haciendo trampas... Cada vez que barajas, repartes esta mano. Pareja de inocentes. ¿A que no adivinas de qué palo?