8 ene 2011

Sonreíste dos veces de la misma manera

La primera, resistí aquel vértigo
como si desconociera el camino.

Ojalá hubiera aprendido
a jugar con la brisa y el eco...

Dediqué esos años cruciales
al adolescente huidizo,
apegado a su sombra
y a los callejones sin luna.

Solo al sonreír otra vez
como si recordaras el juego,
encontré en ti el lugar que debía.